viernes, 29 de abril de 2016

LAS DOCTRINAS FILOSÓFICAS DE LA MASONERÍA FALSIFICADA.




A L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.


 LAS DOCTRINAS FILOSÓFICAS
DE LA MASONERIA FALSIFICADA.

¿SOY CONSCIENTE DEL ANTAGONISMO EXISTENTE ENTRE LAS DOCTRINAS NATURALISTA Y RELATIVISTA Y  EL AUTÉNTICO TRABAJO MASÓNICO?


La evolución de la masonería especulativa en sus 300 años de vida ha ido degenerando en la oscura actualidad que nos obliga a diferenciar entre una masonería auténtica <que conserva las características iniciáticas y esotéricas originales> y una masonería adulterada <que abandonó las realidades supra-naturales y se limita a trabajar en la dimension material del universo>.

Por fin, esa pseudo masonería: Usurpa un nombre que no se compadece con las tareas profanas que practica, genera una enorme confusión sobre lo que es y lo que no es masonería, perjudica a quienes de buena fe son víctimas de su engaño y desprestigia a la auténtica albañilería.

A la grave desnaturalización producida por la masonería apócrifa con su renuncia a las vías iniciáticas y esotéricas se le debe agregar la resignación que hace del virtuosismo elitista sobre el que también se sustenta la masonería tradicional; y que históricamente ha erguido a esta última como una escuela moral de excelencia puesta al servicio de hacer mejor a los hombres buenos.

Más allá de esa primera gran división entre una masonería auténtica y otra adulterada, es necesario resaltar que son tantas las estructuras asociativas que operan bajo la denominación de “masonería” y tan disímiles sus finalidades y las corrientes filosóficas que abierta o solapadamente las guían, que en nada debe extrañar que la pertenencia a ciertas logias termine siendo contraproducente para la promoción humana de sus miembros, así como un perjuicio para las sociedades en las que influyen.

En el marco de la heterogeneidad aludida cabe precisar que:

A) El auténtico afectado trabajo masónico exige la búsqueda de la verdad e involucra los planos físicos, morales y espirituales de todo obrero al mismo.

B) La mayoría de las instituciones ejecutoras de una masonería falsificada se nutren ideológicamente de las escuelas naturalista o relativista; cuyas enseñanzas se contraponen con las labores que demandan el labrado de la piedra bruta.

Por lo tanto, a fin de protegernos del fraude, resulta fundamental conocer los orígenes, principios y consecuencias de las ideas impulsadas por el <Naturalismo> y el <Relativismo>, los que a expongo sucintamente:


I ) NATURALISMO FILOSÓFICO.

El término naturalismo deriva del latín naturalis, que significa lo que está de acuerdo con la naturaleza (Natura).

El naturalismo filosófico se inició en el siglo VII a. C. con Tales de Mileto y conservó su vigencia hasta el presente. Suele dividírselo en cuatro etapas, a saber: Griego, Renacentista, Moderno y Contemporáneo; período este último en el que goza de una gran aceptación en vastos sectores de la población occidental.

Es un sistema filosófico en el cual todo se limita a las causas naturales. En él la materia física es lo único que existe y todo puede ser explicado en términos de materia y fenómeno físico[1].

De modo que para el naturalismo filosófico todo lo real es natural y viceversa, no existiendo otra realidad más allá de la naturaleza. Con lo cual el naturalismo niega la dualidad naturaleza-espíritu, ya que considera a éste como una forma especial de aquella y reductible a ella. (Es decir, absorbe y naturaliza la espiritualidad dentro de la dimensión física).

Al considerar a la naturaleza como la única realidad existente, esta forma de pensar excluye la posibilidad de que los elementos naturales coexistan con cualquier <agente, elemento o actividad sobrenatural>. De esta manera, por definición, el naturalismo sostiene una visión atea del mundo y, en consecuencia, una visión opuesta a las creencias de la masonería regular auténtica.

Para el naturalismo filosófico: “El hombre es un ser totalmente radicado en sí mismo y que en sí mismo adquiere todo su sentido. La perfección del hombre -según esta posición- se encuentra en el mejoramiento de su propia naturaleza, no en la mutación de ella” .[2]

En síntesis, el naturalismo es un sistema filosófico que destaca a la naturaleza como causa creadora de todo lo que existe, sosteniendo que la naturaleza está formada por la totalidad de las realidades físicas existentes; de modo que es el principio único y absoluto de lo real.

Por lo tanto -para esta escuela- en la naturaleza se agotan las posibilidades del ser humano.


II) NATURALISMO ÉTICO.

En el campo de la moral el naturalismo filosófico se expresa a través del denominado naturalismo ético, que se encuadra dentro de los principios generales de aquél.

En base a ellos el Naturalismo Ético se caracteriza por valorar el desempeño humano dentro de parámetros puramente físicos, explicándolo en función de las tendencias naturales espontáneas, es decir, de los intereses y los deseos que lo motivan.

Según la posición sustentada por esta corriente,“LO MORAL en realidad NO EXISTE. Toda conducta supuestamente <moral> podría ser descrita como un tipo de conducta biológica compleja que caracteriza a los animales sociales, entre los que se incluyen al hombre. (El comportamiento social se entiende como un tipo de comportamiento biológico). Las conductas biológicas están especialmente determinadas por los genes (los animales no son "libres" o autónomos), y las conductas sociales añaden la determinación cultural. Ambas (conducta biológica y conducta social) están aparentemente dirigidas por ciertas multas o intereses invariables (la supervivencia del individuo, de la especie, del grupo social, la reproducción…). Lo que llamamos "moral" no sería distinto de esto, así que no hay, en realidad, nada que corresponda a lo "moral" (es decir: a una conducta libre o autónoma por la que el individuo escoge sus propias multas o intereses). A esta teoría negadora de lo moral se la suele llamar también SOCIOBIOLOGISMO ético”.[3]

En consecuencia, el naturalista ético afirma que “LO BUENO” ES LO QUE constatamos que, DE HECHO, DESEA LA GENTE (la ÉTICA no es diferente aquí de cualquier otra CIENCIA SOCIAL O NATURAL: describe hechos y generaliza a partir de ellos ciertas leyes) . El naturalista percibe, además, que lo que desea la gente es, en el fondo, LO MISMO QUE DESEAN EL RESTO DE LOS ANIMALES: acumular recursos, dominar a otros (o cooperar, si es más productivo), saciar necesidades, etc. suma: tener exito en esta dura batalla que es la vida. Al fin y al cabo también somos animales, y lo “BUENO” no es sino LO QUE SATISFACE LOS INTERESES PROPIOS DE NUESTRA NATURALEZA ANIMAL. [4]

En síntesis: El naturalismo equipara al hombre con los demás animales y por esa razón niega la existencia de la moralidad humana. Como consecuencia de ello degrada a la persona y la sitúa persiguiendo un absurdo espejismo de “Felicidad Animal”, desconociendo que la “Felicidad Humana” también involucra no obstante a la conciencia ya la espiritualidad que hacen a la esencia del ser humano. Cuando la realidad nos indica que la única felicidad que el hombre puede experimentar es aquella que se compadece con su inigualable naturaleza y dignidad, características que le permiten ejercer en exclusividad el libre albedrío y lo diferencian y elevan del resto de las especies del reino animal.


III) RELATIVISMO FILOSÓFICO.

El relativismo filosófico o subjetivismo surgió en la antigüedad con los sofistas al comienzo del siglo V a. C..

“Con el término relativismo se hace referencia, en general, a toda posición filosófica que niega la existencia de verdades absolutas, ya sea en el ámbito del conocimiento, de la moral o de la metafísica.”[5]

En otras palabras es posible definirlo como la concepción filosófica que niega la existencia de axiomas absolutos en el terreno gnoseológico, ético y religioso, limitando el campo cognoscitivo, moral y metafísico al mero interés del individuo y al juego de las opiniones. (Otras conceptualizaciones pueden consultarse en las referencias[6]y[7]).

Se acepta normalmente que Protágoras de Abdera (481-401 a. C.) fue el primer defensor del relativismo, al haber resumido ejemplarmente esta doctrina con su célebre frase: <Sobre lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo sostengo con toda firmeza que, por naturaleza, no hay nada que lo sea apenas, sino que es el parecer de las personas y de las colectividades quienes lo hacen cierto con sus convencimientos y durante todo el tiempo que duren esos pareceres>. (Para la ampliación de esta temática ver referencia[8]).

La argumentación relativista se elaboró ​​con una finalidad política y más precisamente como un ardid para manipular las turbas. Se buscó crear una ideología apta para impulsar cambios radicales en la forma de gobierno de la polis griega; los que tuvieron lugar con la llegada al poder en Atenas de Clístenes, jefe de los Alcmeónidas y representante del partido democrático, en el año 508 a. C.. (En esa instancia de la vida política ateniense se pasó de una forma de gobierno aristocrática a una democrática. Nótese que transcurrieron 100 años aproximadamente desde que se empezaron a esparcir sobre el vulgo las ideas relativistas hasta que fue posible cambiar la forma de gobernar Atenas).

El relativismo, al igual que el naturalismo, mantiene su vigencia luego de haber atravesado etapas similares.

Aunque muy desprestigiado durante la mayor parte de la historia de la filosofía, el relativismo ha encontrado en la actitud antimetafísica del pensamiento contemporáneo un extraordinario desarrollo, no sólo en lo filosófico, sino también en la antropología, la sociología y en otras disciplinas, siendo la posición más difundida en la cultura contemporánea en general.[9]

La razon de su exitosa vigencia la hallamos en que la teoria relativista es especialmente amistosa con la ignorancia. Se lleva de maravillas con las personalidades viciosas y la escasa educación de los sujetos vulgares.

Para ser un relativista comprometido con la defensa de sus postulados no hace falta inteligencia ni preparación, y ni siquiera es necesario conocer su existencia como doctrina filosófica.

Todas estas facilidades operan como un imán irresistible para las masas del mundo occidental, que avanzan ensoberbecidas por el reconocimiento social que reciben las sonseras y las inmoralidades. Los mediocres deliran cuando sus falaces “verdades subjetivas” son convalidadas por una opinión pública manipulada que las pone a la altura de las enseñanzas de las mentes esclarecidas.

El rechazo que sufre el relativismo en los claustros académicos es inevitable y generalizado, al igual que ocurrió en el pasado, dada la evidente irracionalidad de una teoría filosófica que afirma que existen tantas verdades como seres cognoscentes crean defender la verdad en una cuestión determinada.

Demás está diciendo que el relativismo también sigue siendo descalificado en los demás alrededores científicos, por considerarlo una teoría absurda que niega la verdad objetiva y que, por ende, de aceptarla impediría el acceso al conocimiento.

Ante la temática de la verdad, a lo largo de la historia humana, el relativismo filosófico o subjetivismo se ha enfrentado con el absolutismo epistemológico u objetivismo, que defiende la idea de que la verdad es independiente de las personas o grupos que la declamen, sea en sentido coincidente o disidente. (En un próximo post abordaré el objetivismo y las distintas especialidades de la ciencia teológica)

Cabe aclarar que no se consuma la propuesta relativista con el simple hecho de respetar las diferentes opiniones existentes sobre los mismos objetos, acontecimientos o situaciones, lo cual es propio de la tolerancia que debe prevalecer en la convivencia humana.

El relativismo recién cobra vida cuando frente a opiniones discrepantes sobre los mismos puntos de debate se sostiene que todas ellas son verdaderas si las personas que las expresan están convencidas de su certidumbre.

Así se llega a aseverar que pueden existir muchas verdades relativas acerca de los mismos hechos o cosas, tantas como personas crean tener un conocimiento verdadero de ellos.

Es de señalar que las inconsistencias que esta teoría filosófica presenta hace que sea bastante común encontrarnos con personas que sólo adhieren a la posición subjetivista respecto a ciertos tipos de materias (generalmente las morales y espirituales) mientras sostienen ideas objetivistas con relación a otras disciplinas (habitualmente en el marco de las ciencias duras).

En síntesis, el relativismo filosófico nació como un recurso político para manipular a la turba de hace 2.500 años y aún hoy se lo continúa utilizando con eficiencia en idénticos menesteres. Su actual apogeo constituye un agravio a toda persona mínimamente formada y la aceptación de sus premisas acarrea una frustración ineludible para el masón que camina en la búsqueda de la luz de la verdad.


IV) RELATIVISMO MORAL.

Entre los varios movimientos derivados del relativismo filosófico uno de los que más protagonismo disfruta en nuestros días es el relativismo moral.

Esta corriente impulsa “… la creencia que da igual valor, legitimidad, importancia y peso a todas las opiniones morales y éticas, con independencia de lo que expresan y de quién, cómo, cuándo y dónde lo expresan. Se trata de una igualación absoluta de toda opinión ética o moral entre las que se cree que no existe jerarquía posible. Todas son verdaderas y dignas de igual respeto.”[10]

Fundamenta su posición argumentando que “…no es posible determinar ni de manera natural ni de manera racional -aceptable por todos los seres dotados de razón- lo que es moralmente correcto” .[11]

Entonces, según las ideas del relativismo moral, no existe ningún criterio externo y objetivo que permita calificar a las acciones humanas en categorías, tales como <bienintencionadas / malintencionadas>, <mejores / peores>, <justas / injustas>, <virtuosas / viciosas >; considerando que todas las conductas tienen idéntico valor moral.

De modo que, para los relativistas , “… las normas y preceptos morales -que regulan las relaciones entre los individuos en el seno de una comunidad- son siempre convencionales. Se aceptan por interés, por conveniencia y no tienen otra razón de ser que dicho interés y conveniencia” .[12]

“La consecuencia inmediata de esta doctrina es que ninguna actuación puede ser considerada <buena> o <mala> en sí misma. Todo depende del <parecer> o de la <opinión> (dóxa) de los sujetos particulares. Los individuos juzgan sobre lo bueno y lo malo en función de su modo de ser, de sus intereses o del proyecto que se traen entre manos. Es moralmente bueno lo que les parece moralmente bueno, más sólo durante el tiempo en que así les parece. Y no hay ninguna conducta que pueda ser considerada en sí misma censurable…”[13]

A partir del criterio expuesto, el relativismo sostiene que la “…virtud moral es inapelablemente un punto de vista subjetivo. Son los individuos o los grupos humanos los que, según las circunstancias y según su conveniencia, determinan lo que está <bien> y lo que está <mal> en cada caso”.[14]

En síntesis: El relativismo moral es empleado para extraviar a las masas. Con sus ideas irrazonables adormecen las conciencias de las grandes mayorías hasta hacer sus voces inaudibles y, con ello, trastocan los valores propios de la esencia trascendente del hombre. Y, asimismo, esta corriente de pensamiento es utilizada para modelar a millones de sujetos grises que, enceguecidos por la soberbia que caracteriza a los ignorantes, aceptan gustosos estilos de vida mundanos que los condenan a una degradación paulatina y permanente.

No hace falta una gran perspicacia para apreciar los efectos devastadores que producen el veneno relativista en los sujetos vulgares, siempre deseosos de obtener para sí la mejor parte y en la mayor cantidad que les sea posible, a especho de las leyes, del bien común y de los derechos del prójimo. (Empezando por los malos gobernantes a los que estamos acostumbrados)

Así los hombres mediocres, con su espíritu injusto y oportunista, rebalsan de prepotente orgullo y reivindican con fanatismo una teoría que legitima sus miserias y pone sus opiniones y acciones en un pie de igualdad con los consejos y las conductas de los sabios.

En el seno de las denominaciones masónicas el daño sufrido también ha sido inconmensurable. La equiparación fáctica del bien y del mal que hace el subjetivismo moral, al supeditar las lesiones en uno u otro sentido a los pareceres de los individuos o de los grupos, abrió las puertas de las Órdenes a sujetos sin méritos éticos significativos y, en ocasiones , a personajes amorales e inmorales.

Esas admisiones irregulares, como consecuencia lógica, redujeron de manera alarmante la calidad humana de los obreros de las Logias y aportaron otra causa de corrupción a la auténtica masonería, toda vez que se deberá ajustar el trabajo masónico a las características rudimentarias de sus nuevos miembros.

En dicho ambiente de mediocridad, la ideología relativista rápidamente formó pseudo-maestros que considerando que bueno y justo es aquello que les conviene y durante el tiempo que les convenga. Asimismo, que acepten de buena gana las enseñanzas absurdas que se les imparten y se prestan sin objeciones a impulsar en el tejido social ideas de cambio inmensamente dañinas para la promoción del ser humano.

Aunque obvio, vale aclarar que el poder global utiliza la falsa ética del relativismo moral para legitimar la ejecución de acciones políticas, militares, jurídicas, económicas, tecnológicas, comunicacionales, médicas, educativas y sociales que privilegian sus intereses espurios frente a los derechos de las personas comunes y de la humanidad todavia.

Pues, entonces, mal que nos pese, debemos aceptar que el involucramiento de la masonería adulterada en la masificación contemporánea de la falsa moral relativista ha contribuido a causar enormes perjuicios, tanto para el avance de la masonería auténtica como para el progreso de la humanidad.


CONCLUSIÓN V:

Sólo los obreros que direccionen correctamente su formación estarán en condiciones de analizar y comprender que:

1°) La doctrina naturalista sólo reconoce el mundo físico y, en consecuencia, desconoce el carácter tripartito del ser humano (Cuerpo, Alma y Espíritu). Con ello niega que la persona pueda lograr un desarrollo espiritual vinculado al plano metafísico; lo cual es una de las finalidades esenciales del trabajo masónico. 

2°) La doctrina relativista rechaza la verdad objetiva y por ende impide su búsqueda; tarea que tradicionalmente se ha reconocido como una de las más importantes dentro de la masonería legítima.

3°) En consecuencia, adherir a las escuelas naturalista o relativista hace imposible el ejercicio de las Artes Reales y Sacerdotales, destrezas infaltables en la auténtica masonería.

Por lo tanto, cada masón deberá asumir la responsabilidad de preservarse de los axiomas de dichas escuelas filosóficas y morales. Y adoptar los valores y creencias que a su criterio potencien, enriquezcan y faciliten el labrado de su piedra bruta.

En el contexto actual, sólo los masones capacitados pueden advertir que los enemigos más peligrosos de la auténtica masonería llevan mandiles. Y que su principal estrategia bélica consiste en ir copando estructuras masónicas y entregándoselas al ateísmo militante, con la finalidad de:

4 °) Irradiar a los Hermanos creyentes en deidades creadoras y proveedoras.

5°) Engañar y modelar a los neófitos, convirtiéndolos en idiotas útiles al servicio de sus espurios propósitos de concentración del poder y las riquezas en el mundo profano;

6°) Aniquilar tanto el Arte Real como el sacerdotal, las columnas del desarrollo trascendente y el libre albedrío del ser humano.

7°) Enloquecer a las masas mediante la globalización de ideas disparatadas que ayuden a someterlas bajo las formas actuales de esclavitud.

Y, para terminar las conclusiones, diré que sólo quienes tendrán un alto nivel de entendimiento podrán:

8) Diferenciar las estructuras masónicas que generan espacios adecuados para la búsqueda de la perfección humana de aquellos otros cuerpos que resultan contraproducentes para el desarrollo personal.

9) Advertir -ante eventuales desilusiones con la masonería- que la decisión correcta será buscar denodadamente una logia en la que se practiquen el Arte Real y el Arte Sacerdotal, en lugar de abandonar precipitadamente el trabajo frente a las primeras frustraciones.

10) Alcanzar los objetivos trascendentes, que proponen la verdadera masonería en cada una de las dimensiones del ser humano. (Física, Mental y Espiritual)


VI) EPÍLOGO.

El labrado de la piedra bruta es una obligación personalísima que ninguna otra persona puede cumplir por nosotros. Y debemos comenzar con el trabajo desde el mismo momento de nuestra iniciación.

Dadas las dificultades y -por qué no decirlo- las falencias y limitaciones que presentan los procesos de capacitación implementados por muchos talleres, considero de suma utilidad que los conocimientos de cada grado sean apuntalados con las enseñanzas del Volumen de la Ley Sagrada, sobre cuáles relatos se han elaborado los rituales originales de la masonería simbólica. Asimismo, con el valioso material elaborado por otras tradiciones basadas en las Sagradas Escrituras.

Por lo expuesto, sugirió que cada hermano asuma la responsabilidad de meditar cuidadosamente los siguientes textos: La Santa Biblia, el Catecismo de la Iglesia Católica y el Catecismo de la Iglesia Ortodoxa.


EN ESCUADRA CON DIOS Y LA PATRIA.


                      Endópecles.







[1]En filosofía el naturalismo presenta varias características en función de los distintos filósofos: 1) El conocimiento de la realidad no depende de algo sobrenatural (Por ejemplo, la intervención de un Dios creador) sino de la comprensión de las leyes de la naturaleza, 2) Hay un naturalismo filosófico que se opone al positivismo científico, 3) Todo es explicable o reducible a realidades naturales y 4) La visión de la naturaleza está determinada por el concepto de evolución (por ejemplo, el concepto de evolución de las especies de Darwin) .
El naturalismo filosófico presenta, a su vez, varias dimensiones, siendo el naturalismo ético una de las concepciones más arraigadas en la historia del pensamiento (El naturalismo ético se fundamenta en la idea de que lo bueno moralmente se identifica con lo natural).
Tomado de www.definicionabc.com/historia/naturalismo.php
[2] J. Barrio Gutiérrez.
Cortesía de Editorial Rial. Gran Enciclopedia Rial, 1991. http://mercaba.org/Rialp/N/naturalismo_filosofia.htm
[3] Tomado de Filosofía para Cavernícolas.
http://filosofiacavernicolas.blogspot.com.ar/2012/05/lo-bueno-es-ser-natural-el-naturalismo.html
[4] Ibídem.
[5] Relativismo – Glosario de Filosofía. http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=263
[6] El relativismo es una errónea doctrina gnoseológica según la cual no puede darse ninguna verdad absoluta, universal y necesaria, sino que la verdad hay que concebirla en virtud de un conjunto de elementos condicionantes que la harían particular y mutable. La verdad, como propiedad del juicio, habría que considerarla como una mera función, algo que dependería intrínsecamente en su validez de una variable a la que estaría condicionada. Para el relativismo no tiene sentido preguntarse si el juicio es verdadero con carácter universal y necesario, puesto que la verdad o falsedad de ese juicio sería una variable dependiente de ciertos elementos condicionantes, de manera que dados unos determinados elementos podrá ser verdadero, dados otros distintos podrá ser falso. La verdad asume así un carácter relativo.
Tomado de http://www.mercaba.org/Rialp/R/relativismo_i_filosofia.htm
[7] En la tradición del pensar filosófico el conocimiento se define como un acto de unificación del que conoce y de lo conocido (in cognitione, cognoscens et cognitum in actu sunt [fiunt] idem). La verdad producida («actuada») en este acto se debe, pues, no sólo al objeto conocido (en el sentido más amplio), sino siempre también a la subjetividad que conoce (quidquid recipitur, ad modum recipientis recipitur). Si este condicionamiento de todo conocimiento por el sujeto se aísla y se pone como algo absoluto (es decir, si la verdad se define sólo en función del que conoce), resultan las diferentes formas del relativismo.
Tomado de http://www.mercaba.org/Mundi/5/relativismo.htm
http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=263
[10] Tomado de Material Académico, Sección Ética, Relativismo Moral. leonardo birondilla mora
http://contrapeso.info/2009/relativismo_moral_definicion/
[11] El relativismo moral. http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/quincena3/quincena3_contenidos_3.htm
[12] Ibídem.
[13] Ibídem.
[14] Ibídem.

4 comentarios:

  1. Excelente,para leerlo e interpretarlo con los HH:.. Mis felicitaciones.

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  2. Excelente publicación. Es para leerla y discutirla con los HH:. . Mis felicitaciones sinceras

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  3. Q.:H.: hoy recién en el 2019 he leído su plancha y en realidad es atingente a lo que ocurre en otros Orientes de américa del sur...específicamente en un largo y angosto país austral.
    Estoy muy de acuerdo con su diagnostico...y junto con otros QQ.:HH.: detectamos esto en nuestra R.:L.: desde ya hace mucho tiempo atrás.
    ¿Será que el verdadero enemigo de la masonería sean los mismos masones?
    Un T.:A.:F.:

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